Estamos en el año 1977. 24, de Junio de 1977, para ser exactos.
Ese día cambió, para siempre, la historia de los pueblos del Caribe Sur costarricense. Por primera vez, toda ésta gente, perdida entre los verdes infinitos, los aguaceros torrenciales y los despiadados soles de nuestro trópico, iba a tener un servicio de transporte público que les permitiera, con relativa comodidad salir y llegar a sus pueblos de origen. Mepe S.A. inicia el servicio entre Limón y los pueblos de Cahuita, Puerto Viejo y Bribri.
En ése entonces el paraíso verde del Caribe Sur tenía lo que ahora podríamos definir como una trocha, en el medio de las interminables selvas y oscuros cacaotales. Un camino que cuando estaba seco era un corredor polvoriento y asfixiante y, si estaba lloviendo… ¡Peor aún! Se convertía en un barrial intransitable, cuando no era un río imposible de recorrer.
Hacia Sixaola ni siquiera había eso. Sólo existía un pequeña carreta jalada por una máquina, llamada el Twist que hacía el servicio de forma ocasional.
Mepe S.A. entra a crear una nueva era para los habitantes, creando así, el paso de un tiempo mejor, con progreso, salud, educación y comodidades.
En el año 1979, se abre una zona más: Penshurt – Pandora/Finca 8 en el hermoso Valle de La Estrella, llamado así por el diáfano pero impredecible, Río la Estrella. Este era el centro de operaciones de la Standard Fruit Company, y para llegar ahí, la única forma era por tren. Al abrir la calle a Pandora lo que existía es un pequeño puente colgante por lo que Mepe S.A. compra microbuses… Los buses sencillamente no cabían en el puente.
Entonces, por primera vez, luego de años de un servicio de tren de carga, inicia un servicio desde Limón, con dos microbuses para 21 pasajeros.
Más tarde se abrirá el camino de Finca 12 y por fin se cambian los microbuses por autobuses grandes. La población limitada hasta el momento, lo agradeció infinitamente.
Poco después, se abre igualmente el camino a Bananito y San Andrés, pequeñas poblaciones a las que, igualmente sólo se tenía acceso por tren.
Para 1980, Mepe S.A. contaba con seis unidades que, a pesar de las condiciones de los caminos, y especialmente del impredecible clima de la zona daba un servicio ferozmente puntual. Las historias de aquellos difíciles años en que los buses pasaban a través de los ríos, sorteando piedras y lodo, a veces jalados por tractor, y otras alzados por grúa, pertenecerían a novelas de realismo mágico… si no nos hubiese tocado vivirlas en carne propia.
Por otra parte en la zona de Manzanillo, lo que había era un trillo que se recorría, a pie o a caballo, en el medio del voraz bosque tropical y los humedales, que en tramos había que hacer por la playa. Para 1985 y por la tremenda persistencia del líder de Manzanillo Maxcey Barthley Barthley (Maxi) se abre una trocha mas transitable para vehículos de doble tracción.
De nuevo, y gracias a los incesantes esfuerzos de Mister Maxcey, que no paró de trabajar para que el pueblo de Manzanillo tuviera servicio de bus, Mepe S.A. instauró la ruta a éste jardín de mar y playa, a través de barreales (En temporada de lluvias) y polvaredas (En temporada seca), cruzando las unidades por puentes hechos de troncos cuando no había que cruzar a través de los ríos.
Mepe S.A. Se convierte en la empresa que define el transporte y por ende, las vidas de miles de personas que nacen y viven en la zona más olvidada del país.
Pero la historia sigue y Mepe igualmente sigue abriendo posibilidades para la región de Talamanca, y en 1987 logra acercarla definitivamente a la capital, centro financiero, civil y más importante aún, turístico de Costa Rica. Y por primera vez los pobladores de las regiones del Caribe Sur del país pueden dirigirse a San José, sin hacer trasbordos ni esperar.
Ya para el año 2000, la empresa contaba con 33 autobuses para el servicio de las comunidades de nuestra zona atlántica.
El 22 de Abril de 1991, a las 3:57 p.m. Cambia de nuevo la historia, cuando un terremoto de 7,6 en la escala de Richter sacude brutalmente la región dejando los caminos totalmente intransitables. Carreteras, ferrocarriles, puentes, puertos y acueductos fueron destruidos parcial o totalmente en toda la zona caribeña del país.
El nivel de desastre fue tal que durante 6 meses Mepe tuvo que usar transbordos para brindar el servicio. Pese a todo lo sucedido, el servicio siguió dándose. Se buscaron las formas, algunas de ellas ahora parecen irrisorias, sin embargo para los miles de pobladores que quedaron encerrados tras la tragedia, la constancia de Mepe S.A. fue vital para la supervivencia.
Y el capítulo se cerró y la hoja pasó.
Para 1996, Mepe comienza la ruta directa de San José-Valle la Estrella, logrando de nuevo posibilidades de visitación e inversión a la zona. Las zonas del Río de La Estrella y Río Bananito son, por decir poco, propensas a inundaciones. Son innumerables las ocasiones en las que estos ríos se salen de su cauce e interrumpen totalmente la vida de los pobladores en sus rutinas, accesos y economía.
Sucede y ha sucedido, en varias ocasiones, que el Río Bananito destruye la calle por tramos, dejando el paso interrumpido varios meses, aislando la zona en todos los sentidos. Y, en ocasiones, la empresa ha negociado con el servicio ferroviario, y el tramo de Bananito – San Andrés se hace en tren- para apoyar, en medio de la tragedia, a los pobladores de la zona.
En otros momentos, cuando no se tiene acceso y hay que hacer trasbordo, la empresa ha entrado en pick up y por rústicos caminos 4x4 sobre los filos de la montaña, a la zona aislada para llevar combustibles y mecánicos montando auténticos talleres de mantenimiento a cielo abierto para los buses y así, poder continuar el servicio. A veces por una interrupción que no iba a más de un kilómetro en la tragedia, se tenía que transitar por el bosque por más de tres horas.
Afortunadamente al día de hoy, y después de todas las anécdotas, contamos con la confianza y el cariño de miles de usuarios que se trasladan en nuestras unidades día tras día haciendo posible que la historia continúe, por muchos años más.
En el presente contamos con mas 42 unidades para brindar un servicio eficiente, cómodo y puntual a todos nuestros pasajeros.